El Teatro Faenza es como una cápsula del tiempo. Es el lugar donde se revive la memoria de muchas generaciones, unas veces evocada, otras olvidada, fragmentada o simplemente ignorada o desconocida.
Es un lugar donde hay memorias de una niñez que tiene sus primeros contactos con el cinematógrafo; lo mismo que de adultos como espectadores de nuevas tendencias o tecnologías que los llevaron a conocer el mundo exterior. Igualmente hay memorias del primer amor, del primer beso y de esos romances turbulentos o imposibles; también existen los recuerdos de ese primer evento musical o de tabla. Hay memorias de la primera vez que un artista se presentó, se proyectó una película o se hizo realidad el cine sonoro. Hay memorias de que allí se llevaron a cabo actos no tradicionales o prohibidos para gran parte de nuestra sociedad.
Al igual que su memoria social, el Teatro es una edificación de vanguardia, donde se aplicaron, quizá por primera vez, muchos elementos de construcción que a la luz de la modernidad pueden parecer banales y sin mayor trascendencia, pero que, si se ven bajo la lupa del progreso de 1920, fueron fundamentales y valiosos porque Colombia apenas despertaba a nuevos conceptos técnicos y constructivos.Esta infinidad de memorias hace que todo el edificio sea una memoria de la primera vez. Un lugar donde los recuerdos están latentes en símbolos, evidencias y vestigios que dan pautas para que se busque su preservación y disfrute.Por eso, la restauración del Teatro tiene como objetivo primordial conservar las características originales del Faenza, resaltando sus valores y revitalizándolo funcional y técnicamente con intervenciones que aseguren la durabilidad y estabilidad de la edificación y tengan en cuenta la compatibilidad de los materiales antiguos con los nuevos y la viabilidad del uso de cada uno de los espacios.Como respuesta a las necesidades de la edificación, se destacan cuatro tipos de tratamiento para restaurarla (funcionales y espaciales, constructivos, estéticos y técnicos), que implican diversas labores, como la limpieza y remoción de elementos adicionados posteriormente a la construcción original, que impiden la lectura de la morfología inicial del edificio; obras para restablecer las condiciones físicas, químicas y mecánicas de los elementos constitutivos del Teatro y que incluyen reforzamientos estructurales y protecciones ante agentes deteriorantes; reposición de elementos funcionales, formales o espaciales que formaron parte esencial de la edificación en los niveles estético o técnico y que deben recuperarse; y obras nuevas, necesarias para permitir la adecuación técnica, espacial y formal de las estructuras existentes.
Entre los recursos valiosos del Teatro, que le dan el sello de construcción vanguardista, vale la pena destacar tres de ellos:
La utilización de materiales de construcción según el concepto de la técnica del concreto reforzado, con que se logró una edificación bastante sólida que mezcla acertadamente elementos de madera. Para lograrlo, quienes la construyeron debieron fundamentarse en cálculos estructurales con métodos de diseños basados en vectores, dibujos y grafostáticas, formas usadas mucho antes de la hoy conocida regla de cálculo.
La solución de una cubierta, en la que se logró un acierto constructivo al solucionar una luz de 22 metros sin apoyos intermedios. Es una composición de cerchas de madera y elementos metálicos adecuadamente conectados, con una gran calidad técnica y de materiales.
La utilización del cemento fundido como simulación de objetos que hasta ese momento eran privativos del yeso en molduras. Son figuras bidimensionales y tridimensionales, en conjunto con la técnica del ladrillo macizo a junta perdida y algunos elementos estructurales como arcos y columnas de concreto, implementadas en una fachada que parece una obra de arte influenciada por el art nouveau, aunque sus componentes son, en su gran mayoría, de órdenes clásicos. La intervención implica, entre otras, acciones que conserven, refuercen y garanticen la estabilidad de las estructuras portantes, principales y secundarias, la rehabilitación de la cubierta del Teatro y la solución a las necesidades de recolección y manejo de aguas, servicios sanitarios y eléctricos.
La estructura portante se consolidará mediante la integración de pórticos de concreto reforzado, elementos externos a la sala pero dentro del espacio de las galerías o corredores laterales, a manera de contrafuertes, lo que complementará la estructura de concreto existente. También se estabilizará la estructura con refuerzos considerables en caso de sismo y se garantizará la estabilidad de las superficies de la sala y los espacios alternos.
Igualmente, se plantea un sistema de iluminación arquitectónica que permitirá valorizar los elementos estéticos del edificio, para dar solución a cada espacio y garantizar, de paso, el servicio en caso de emergencia. El lenguaje original de pisos, muros, cielos rasos, ventanerías, puertas y antepechos será recuperado y, como el elemento más relevante, se restaurará integralmente la fachada.
El Teatro cumplirá con las especificaciones técnicas requeridas para realizar diversos tipos de eventos, entre los cuales se incluyen la presentación de obras de teatro, recitales de voces, ópera, presentaciones de pequeñas orquestas de música de cámara y conciertos musicales de gran envergadura, que se caracterizan por tener diferentes requerimientos acústicos.Para ello se determinaron objetivos de diseño que están enmarcados en los conceptos de tiempo de reverberación, claridad de voz, definición y sonoridad, cuyos niveles óptimos se definen de acuerdo con las recomendaciones internacionales para este tipo de teatros. Con esto se logrará una sala funcional en la que se garantizará la calidad del comportamiento acústico.Serán tres los sistemas que se implementarán en el Teatro. El primero es el electroacústico, para lograr un sistema de sonido de gran calidad gracias a su patrón de directividad, proyección y baja distorsión. El segundo, el sistema de iluminación artística, estará fundamentado en los requerimientos de luminarias de última generación y en la capacidad requerida para eventos y presentaciones modernas de talla internacional. Y el tercero, el sistema de ventilación y renovación de aire, permitirá disfrutar de un ambiente confortable en el interior del edificio a pesar de las condiciones climáticas y de altitud de la zona.
El Teatro Faenza abunda en elementos decorativos de indudable valor artístico y estético. En su fachada de estilo art nouveau se destacan las acroteras y los motivos ondulantes del arco en forma de herradura que enmarca la entrada. Por lo que respecta al interior, sobresalen los rosetones, los relieves de yesería, las pinturas murales y los detalles ornamentales que enriquecen elementos arquitectónicos, como voladizos, balaustradas y palcos. También resulta de interés la silletería de estilo art déco, típica del decenio de 1930-40. Por desgracia, todos estos elementos sufrieron el deterioro derivado del paso del tiempo, así como de la negligencia y torpeza de los sucesivos propietarios del Teatro, quienes no vacilaron en tapiar vías de acceso originales y recubrir con capas de enlucido muchas de sus pinturas murales.
Desde el punto de vista de la adecuación espacial y funcional, en la restauración del Faenza se propone la reapertura de las zonas sociales, que cayeron en desuso con los años; la implementación de los espacios técnicos propios del funcionamiento del Teatro y la adaptación a los estándares modernos de las áreas de servicios básicos complementarios. De acuerdo con la distribución de los pisos, sobresale la recuperación de los siguientes espacios, entre otros:En la primera planta se destaca la ampliación del piso del escenario en unos tres metros, a fin de hacerlo coincidir con el ancho de la boca, así como la construcción de una tarima y una concha acústica móviles, las cuales aumentarán el área útil para las puestas en escena y brindarán las condiciones físicas adecuadas en los espectáculos musicales. Por lo que respecta a las zonas sociales y de acceso al Teatro, se rehabilitará el foyer original y se creará una antesala para que funcionen como áreas de esparcimiento durante los entreactos. Finalmente, se reconfigurará la distribución de las sillas de platea y se modificará la pendiente de este sector, de modo que se mejore la visibilidad.En el segundo y tercer pisos del Teatro vale la pena mencionar la recuperación espacial del foyer, así como del puente que unía originalmente a esta área con el palco principal del segundo piso. También se readecuará el palco principal, los dieciocho palcos individuales y los de los balcones del escenario, cuyo aforo sumará 346 sillas. Por último, en el tercer piso (antiguo gallinero) se abrirá un café desde el que se podrá observar el escenario, mientras que en el palco, que se utilizaba antiguamente como cabina de proyección, se acondicionará un espacio para los luminotécnicos y operarios de sonido que intervendrán durante las puestas en escena y los espectáculos musicales.